sábado, 6 de julio de 2013

He vuelto a abrir el cajón de sentimientos, ese que dejé de lado, por miedo quizás... No, por miedo no, por estar cansada de dar y no recibir, por decepcionarme cada día. Jamás entenderé como las personas no valoran lo que tienen, o simplemente saber mantenerlas a su lado. Jamás entenderé como algo tan malo, podía hacerme tanto bien, quizás era mi ilusión por mantenerte cerca.

Quizás he vuelto a abrir el cajón para darme cuenta que no me mereces, que tus promesas eran falsas, que tus juegos conmigo no van, y en el caso de jugar, tendrías las de perder, ya que nunca encontrarás alguien que lo haya dado todo por ti como lo he dado yo. Hace dias que pensé que volviendo lo malo, lo bueno también volvería de vuelta. No, no quiero ni que vuelvas, ni que vuelva la forma en la que me hacías feliz haciéndome daño. Tan sólo quiero que pase el tiempo, porque sé que pone a cada cual en su sitio, y tú, tú tendrás tiempo para arrepentirte de este mal.

viernes, 5 de julio de 2013

Cambios.

Cambios, a nadie le gustan los cambios, pero día a día nos sometemos a muchos de ellos. Hace ya casi un año que no escribo, que no me desahogo, porque era felizmente feliz, se podía decir que tocaba el cielo con las manos, pero el problema son los cambios, siempre estan ahí, para joder, o tal vez para mejorar. Recuerdo el día que me dijo adiós, ese adiós que me hizo un boquete tan profundo en mi estomago, ese que hizo que se escaparan todas esas mariposas que sentía dentro de mi... Un adiós que no entenderé. Seamos realistas, tú tampoco sabes porqué dijiste ese adiós, porqué escapaste, porqué te fuiste sin a penas razones...
Casi tres meses han pasado y sigo teniendo el mismo vacío en mi interior, ese hueco que sólo tu podrías llenar. Sabes? He intentado rellenarlo, o simplemente hacerlo desaparecer, pero no hay forma. Casi inevitable, como quererte.
Te echo de menos, echo de menos tu risa, tu voz, tus abrazos, esos que me daban calor, echo de menos tu presencia. Lo que más echo de menos es la felicidad que sentia gracias a ti.
No sé si te acuerdas de mi, tanto como yo de ti para empezar a escribir de nuevo, para tener una razón por la cual abrir de nuevo mi blog, este que tiene tantísimos recuerdos que evitó abrir entradas antiguas. Sólo espero que estés bien, que hayas encontrado tu sitio en este mundo de mierda, al cual, aún no me he adaptado. Prometo acordarme de ti cada catorce, acordarme de tu risa mañanera, esa que tanto echo de menos. Prometo estar ahí siempre, porque yo, contigo me quedaría.